Este pasado fin de semana he podido ver –más o menos– la exposición AI: More than Human, que explora la relación entre los seres humanos y la tecnología y la inteligencia artificial así como los más recientes avances tanto creativos como científicos en ella. Merece la pena verla.

Pero tengo dos problemas con ella: por un lado el horario de las salas de exposición; por otro, que en ningún sitio he visto que se explique claramente la diferencia entre la inteligencia artificial débil y la inteligencia artificial fuerte, algo que me parece fundamental para saber de qué estamos hablando. O de lo que habla la exposición y de lo que no.

La exposición está dividida en cuatro secciones:

The Dream of AI (El sueño de la IA), que partiendo del Gólem de la mitología judía, porque de algún sitio había que partir, explora la fascinación que siempre hemos sentido con la creación de seres vivos artificiales similares a nosotros aunque con poderes más allá de los nuestros. Explora esta idea en distintas religiones, la ciencia –aunque en un principio habláramos de la alquimia–, la filosofía, las primeras matemáticas y los distintos sistemas de numeración, y en diversas manifestaciones artísticas.
Mind Machines (Máquinas de la mente), que cubre el nacimiento y evolución de la IA gracias a los avances en matemáticas e informática –o en informática y matemáticas– a lo largo de los siglos XIX y XX. Desde Babbage al deep learning, las redes neuronales artificiales, o el aprendizaje automático, pasando por los inviernos de la IA. Aquí puedes ver, por ejemplo, una parte de la Máquina analítica de Babbage, aunque no un modelo de la máquina como reza la cartela de la expo; una máquina Enigma; o una bomba criptográfica, algo difícil de ver fuera de Bletchley Park. Es aquí dónde se menciona también por primera vez la importancia de la calidad de los conjuntos de datos con los que se entrena a las inteligencias artificiales y lo importante que es que carezcan de sesgos.
Data Worlds (Mundos de datos), dónde el tema central es la presencia de la inteligencia artificial en cada vez más campos, aunque a menudo no seamos conscientes de ello y sean invisibles. Es en esta sección dónde se aborda el asunto de la ética de cara a temas como la privacidad, la libertad o la verdad… o el uso de armas autónomas. Aunque he de decir que, aún estando firmemente convencido de que en general el uso de la IA nos ayuda, el enfoque me pareció excesivamente optimista respecto los riesgos que suponen las inteligencias artificiales que nadie sabe muy bien cómo funcionan ni cómo llegan a los resultados que ofrecen.
Endless Evolution (Evolución sin fin) es la sección que cierra la exposición con un vistazo a la relación entre IA y la biología humana y animal de cara a cosas como mejorar nuestros cuerpos, erradicar enfermedades, producir nuevos grupos de alimentos, o incluso prolongar la vida.

Cada una de ellas tiene numerosos módulos con objetos que ilustran aquello de lo que están hablando, muchos de ellos objetos históricos como la ya mencionada parte de la Máquina Analítica, la bomba criptográfica, y otras máquinas calculadoras o circuitos de ordenadores relevantes. Otros muchos módulos tienen elementos interactivos con los que explorar el tema expuesto.

Poemas generados mediante IA y las fotos de las personas que propusieron la palabra usada como raíz para crearlos

Y por ahí viene el primero de los problemas citados, que no es de la exposición en sí misma: el escasísimo horario de las salas de exposición de Afundación en A Coruña, que es el único sitio en el que se podrá ver en España. Sólo se puede visitar los lunes de 17:30 a 20:30 y el resto de los días de 12:00 a 14:00 y de 17:30 a 20:40. La información de la exposición que hay en la web de Afundación dice que el tiempo de visita mínimo es una hora. Pero es imposible visitar la exposición en una hora a poco que quieras hacer algo más que pasar por todas las salas. Aún las tres horas del hueco de la tarde me parecen insuficientes; ya sólo con la línea temporal de la IA que hay en la segunda sección te puedes pasar más de una hora si quieres explorar todos sus apartados.

El otro problema que tengo con la exposición, y este sí es un problema de la exposición propiamente dicha, es que, como decía antes, en ningún sitio se explica claramente la diferencia entre inteligencia artificial débil e inteligencia artificial fuerte; aunque algo me pareció ver al respecto escondido en la línea temporal de la IA que se puede consultar en la sección Mind Machines… pero como andaba agobiado por la hora de cierre, igual no lo encontré.

Pero a pesar de esos dos problemas, como decía antes, me parece que merece la pena pasarse por ella si vives en A Coruña o te coincide pasar por aquí. Pero eso sí, si eres de A Coruña o cercanías, deberías plantearte más de una visita para verlo todo con calma. Y si vienes de fuera a verla, plantéate comprar entradas para una mañana y una tarde como poco. O apúntate a una visita guiada, que entiendo que te llevará por lo más relevante en el tiempo disponible. Yo fui por libre, pero creo que volveré en una visita guiada para ver qué tal; ya lo contaré.

La entrada son 8€ si la compras en línea; 10 en recepción. La visita guiada son 10 y 13 € respectivamente.

En cualquier caso, antes de cerrar esta anotación, vuelvo a recomendar el libro The Road to Conscious Machines, que me parece una magnífica introducción a lo que de verdad es la inteligencia artificial. Lo malo es que, hasta dónde sé, no está traducido al español

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