Amazon se ha pasado la última década expandiéndose en España, abriendo almacenes urbanos, estaciones logísticas y centrales logísticas, además de proyectos como un centro de desarrollo para el sur de Europa o un centro de investigación y desarrollo orientado al Machine Learning.

Sin embargo, las aperturas de nuevas instalaciones están dando un frenazo en estos últimos meses, coincidiendo con la incertidumbre macroeconómica provocada por la inflación, la invasión de Ucrania y el pinchazo bursátil incluso de las grandes tecnológicas que ya parecían inmunes a una recesión.

Los próximos centros logísticos planeados para España son los de Siero, en Asturias; el de El Far d’Empordà, en Girona; el de Móstoles, en Madrid; otro más en la capital madrileña y dos instalaciones más en Zaragoza: una central logística para las operaciones de última milla, según explica Marketing4eCommerce, y otra mucho mayor para ejercer también de parada intermedia para enviar productos a otros centros logísticos.

La mayoría está sufriendo retrasos.

Menos actividad en los centros logísticos y aperturas retrasadas

«Ahora mismo se está reorganizando la red logística en España», explica a Xataka un empleado de uno de estos centros logísticos que pide guardar el anonimato. «La dirección de nuestro centro nos ha avisado de que se avecinan cambios para el año que viene».

Algunos de esos cambios ya se han materializado. A mediados de septiembre, Amazon clausuró uno de sus centros logísticos. El ubicado dentro de la ciudad de Barcelona, en Zona Franca. Su actividad fue absorbida por otros tres centros cercanos: Mollet del Vallès, Montcada i Reixac, y Rubí. La empresa acordó una compensación económica para los empleados que tuvieran que aumentar su tiempo de desplazamiento hasta sus nuevas sedes, y ofreció un paquete de bajas incentivadas para quien prefiriese dejar su empleo.

Esta semana ha sido el turno de Paterna (Valencia), que también cierra sus puertas llevando a sus empleados a concentrar los esfuerzos en la provincia en la estación de Picassent.

El centro logístico de Siero, ubicado en el corazón de Asturias para dar servicio a buena parte del noroeste español, iba a ser abierto en julio, pero iniciado octubre todavía no hay una fecha de apertura prevista que se haya comunicado a los empleados que han superado los procesos de selección para esta planta.

El de Girona también iba a ser abierto en verano, pero sigue cerrado. El de Zaragoza de mayor extensión también tiene los planes paralizados a falta de nueva información.

A estas alturas del año y sobre todo durante el verano ha habido muy poco trabajo si lo comparamos con otros años anteriores

El frenazo en el consumo que puede estar provocando una inflación que ronda el 10% por primera vez desde principios de los ochenta puede ser la clave para entender estas demoras. Un empleado de una de las centrales logísticas que tiene Amazon en Madrid ha notado una caída en su actividad diaria: «A estas alturas del año y sobre todo durante el verano ha habido muy poco trabajo si lo comparamos con otros años anteriores».

Esta caída en la percepción del volumen de trabajo también se contextualiza con el enorme crecimiento del número de empleados de Amazon en España durante los últimos seis años: han pasado de apenas superar el millar a exceder los 20.000. Según la compañía, 2.000 puestos de trabajo fijos han sido creados durante 2022.

Hace unas semanas Amazon anunció la llegada de un segundo Prime Day, algo que nunca había hecho hasta ahora y que refuerza las suspicacias sobre una posible caída en sus ventas. Unas nuevas jornadas de descuentos apenas un mes y medio antes del Black Friday que a su vez es un preludio de la campaña navideña.

También hay que recordar que estos son los primeros meses con la subida de la cuota de Amazon Prime, anunciada en julio, que pasó de 36 a 49,90 euros anuales (o de 3,99 a 4,99 euros mensuales) para las renovaciones a partir del 15 de septiembre.

Amazon, eso sí, no ha anunciado despidos masivos (al contrario que otras grandes tecnológicas); aunque la ralentización de nuevas contrataciones que anunció Andy Jasssy, su consejero delegado, le hacen una más en el grupo de empresas con síntomas de preparación ante una posible recesión que cada día cobra más fuerza.

Si Amazon, que casi ha alcanzado la metonimia en cuanto a ‘comercio electrónico’ y tiene un rentabilísimo negocio de nube corporativa, empieza a ralentizar su actividad, las consecuencias pueden ser enormes. Directas e indirectas. Si Amazon estornuda, a media España le tintinea el picaporte.  Las constructoras de sus nuevas instalaciones, mensajería, puntos de recogida que complementan su facturación entregando pedidos en su establecimiento, hostelería y servicios alrededor de sus grandes plantas, los propios vendedores de la plataforma…

Desde Amazon España nos han remitido el siguiente comunicado sobre su posicionamiento a este respecto:


Nuestro compromiso con España se mantiene, y seguimos en la senda para cumplir nuestra promesa de contar con 25.000 empleados fijos en el país para 2025. Terminaremos 2022 con más de 20.000 empleados fijos, tras crear 2.000 puestos este año. En 2022 hemos abierto nuevas estaciones logísticas, centros de Amazon Fresh y un centro logístico, y estamos deseando poner en marcha nuestros nuevos centros para servir a nuestros clientes, proporcionando muchos puestos de trabajo de calidad con un salario competitivo y amplios beneficios desde el primer día.


La noticia

Aperturas retrasadas, «poco trabajo» en algunos centros logísticos y los primeros cierres: Amazon tropieza en España

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Lacort

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