Es sabido que si un día llega «el asteroide» e impacta en algún lugar habitado de nuestro planeta podemos darnos por jodidos. Neal Agarwal ha creado un Simulador de impactos de asteroides con bastante detalle que muestra todas estas posibilidades simulando los efectos que tendría sobre lugares conocidos: ciudades destruidas por gigantescos crátereses, bolas de fuego, ondas expansivas, terremotos y el calor desprendido.

Ver los tamaños es interesante porque incluso asteroides más pequeños (de unos cientos de metros de diámetro) tienen ya tiene de por sí un gran poder destructivo, por no hablar de los que tienen más de 1 km de diámetro y pueden considerarse destructores totales; ahí no se salvan nada más que algunos seres vivos y plantas –véase el caso de los dinosaurios hace 65 millones de años cuando la extinción K-T.

Lo primero es elegir el lugar del impacto sobre el mapa, haciendo zoom arriba y abajo y buscando el punto exacto (yo he elegido la Puerta del Sol de Madrid, que es conocida y más en estas navideñas fechas). Luego se puede elegir el tipo de asteroide (hierro, oro, roca, carbono o cometa de hielo), su diámetro (entre 1 y 1.500 metros) su velocidad (entre 1 y 100 km por segundo) y el ángulo de impacto, entre 5 y 90 grados.

Con mi primer intentó y un asteroide de roca humilde de 100 metros a 18 km/s y un ángulo bastante directo de 80 grados el resultado es bastante destructivo, entre otras cosas:

Un cráter de 2 km de diámetro y 430 metros de profundidad, que llega hasta el Retiro (curiosamente: toda la zona centro de aparcamiento de residentes). 7.500 personas vaporizadas al instante (pocas me parecen).
Una explosión de 25 megatones, mayor que cualquier explosión nuclear jamás vista, incluso en pruebas (comparar con Hiroshima y Nagasaki, de una decena de kilotones).
232 decibelios de onda sonora (que mataría a unas 127.000 personas).
Todas las viviendas en 17 km a la redonda colapsarían (toda la ciudad y todos los suburbios, vaya).
Un terremoto de magnitud 5,4.
Vientos pico de 2 km por segundo (0,02 km/s ya son extremos).

Lo más curioso es que pone que un impacto de este estilo se puede producir cada 3.000 años más o menos. (Y que yo sepa hace 3.000 años que no hemos visto nada parecido por aquí… Mmm…)

Con asteroides más grandes, de hierro y a más velocidad ya ni contarlo: uno de hierro de 1 km se llevaría por delante la península ibérica casi completa (Portugal, Galicia, Cádiz y Cataluña se salvan), con una bola de fuego de 45 km, 5 millones muertos en el fuego abrasador, otros 8 millones quemados, un radio de 380 km arrasados incluyendo bosques, etc. y un terremoto magnitud 8,2 que sería también canela fina. Yo creo que hasta haría tsunami en el Mediterráneo.

Está claro que es una herramienta interesante para comparar y estudiar los efectos. Una especie de diversión macabra y megadestructiva pero totalmente inofensiva. Sobre todo hay que mentalizarse de que aunque los seres humanos empezamos a tener ideas práctica sobre cómo cambiar las órbitas de algunos asteroides pequeños, eso no siempre es posible ni fácil, sobre todo si se detectan demasiado tarde, así que algún pepinazo en cierto momento del distante futuro parece casi inevitable.

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