El pasado 14 de diciembre la empresa china Landspace lanzaba su primer cohete Zhuque-2. Podía haberse convertido en el primero propulsado por metano y oxígeno líquidos (methalox) en entrar en órbita. Pero un fallo con los motores de orientación de la segunda etapa –no con su motores methalox– impidió que el cohete entrara en órbita. Ahora, tras varias modificaciones para evitar que se reproduzca el fallo, la empresa está lista para lanzar por segunda vez el cohete.

El lanzamiento está programado para las 3 de la mañana del 12 de julio, hora peninsular española. Aunque no nos consta que vaya a haber emisión a través de Internet.

Entre aquel primer intento y el de mañana también lo intentaron Relativity Space con su Terran 1, que no lo consiguió por poco, y SpaceX con el primer Starship, aunque la cosa acabó de forma espectacular pero no en órbita.

ULA, que también era candidata con el Vulcan, está teniendo problemas con la segunda etapa, así que ni llegó a intentarlo.

Así que de nuevo LandSpace está en condiciones de convertirse en la primera empresa en poner en órbita un cohete methalox.

La ventaja de utilizar metano y oxígeno líquidos como propelentes es que aunque tienen menos de impulso específico que el keroseno refinado que se utiliza habitualmente su combustión es muchísimo más limpia, lo que representa una enorme ventaja de cara a la reutilización de los cohetes que los usen: los motores son mucho más fáciles de limpiar. Y los cohetes se pringan menos: no hay más que ver cómo de sucias están las primeras etapas que reutiliza SpaceX para ver lo sucias que quedan tras volar de vuelta a través de la pluma de escape de sus motores.

Además la combustión del metano y el oxígeno produce dióxido de carbono y vapor de agua, así que es menos contaminante que la combustión del keroseno por muy refinado que esté.

# Enlace Permanente