Congratulations to the entire SpaceX team on an exciting second integrated flight test of Starship!

Starship successfully lifted off under the power of all 33 Raptor engines on the Super Heavy Booster and made it through stage separation pic.twitter.com/JnCvLAJXPi

— SpaceX (@SpaceX) November 18, 2023

[Anotación en actualización]

Aunque tanto la primera como la segunda etapa resultaron destruidas por la activación de sus respectivos sistemas automáticos de autodestrucción SpaceX ha conseguido hoy importantes avances con el segundo lanzamiento de un Starship.

El despegue no parece haber causado daños en la plataforma de lanzamiento y los 33 motores de la primera etapa Booster 9 (B9) funcionaron a la perfección durante el ascenso y hasta el momento de la separación de etapas. Esto, aparte de que los motores en sí pueden haber sido de un lote más fiable que los del primer lanzamiento, tiene mucho que ver con la instalación de un sistema de supresión de calor y sonido mediante agua que ha absorbido buena parte de la energía que se libera en un lanzamiento.

La separación de etapas también parece haber funcionado a la perfección: tal y como estaba previsto se apagaron todos menos los tres motores centrales de la primera etapa mientras la segunda encendía sus seis motores.

B9 tenía que haber maniobrado para amerizar con suavidad en el Golfo de México, aunque por lo que sea poco después de iniciar el retorno, como decía arriba, se activó el sistema de autodestrucción. SpaceX no ha dicho aún por qué lo hizo pero estos sistemas están diseñados para actuar de forma autónoma cuando los parámetros de vuelo se salen de lo esperado.

Mientras, la Starship 25 siguió su ascenso con los seis motores encendidos hasta alcanzar una altitud de 148 kilómetros y una velocidad de unos 24.000 kilómetros por hora. Pero tras apagarse los motores SpaceX perdió la señal y finalmente han concluido que también debe haberse activado el sistema de autodestrucción. Con esto no podrán obtener datos acerca del funcionamiento del escudo térmico durante la reentrada.

Pero sí han conseguido un montón de datos acerca del funcionamiento de la segunda etapa de la separación hasta que casi consiguió entrar en la trayectoria prevista; nunca antes un Starship había encendido sus motores a más de 70 kilómetros de altitud.

También tienen datos acerca de una primera etapa en un lanzamiento nominal, aunque al final también haya resultado destruida.

Como decía arriba, un importante avance respecto al primer lanzamiento.

Ahora toca analizar los datos para ver qué ha fallado y proceder con el tercer lanzamiento, que en esta ocasión con toda seguridad llegará en cuestión de semanas más que de meses ya que no parece haber habido daños en tierra, de nuevo en gran medida gracias al sistema de supresión por agua.

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