HAKUTO-R Mission 1 statement. Nothing is confirmed, but it does not look good. pic.twitter.com/fnTsbPNsmh

— Chris Bergin – NSF (@NASASpaceflight) April 25, 2023

[Anotación en actualización]

Aunque todo se estaba desarrollando según lo previsto el control de la misión de ispace perdió el contacto con la sonda Hakuto-R unos 30 segundos antes del momento del alunizaje. Tras varios minutos de espera Takeshi Hakamada, el director ejecutivo de la empresa, reconoció que no habían conseguido reestablecer el contacto y que por tanto tenían que asumir que no habían conseguido alunizar.

De todos modos no ha estado mal. La misión ha conseguido cumplir ocho de los diez objetivos que había establecido la empresa. Estos eran: completar los preparativos para el lanzamiento; lanzar y separar el vehículo del cohete; poner todos los sistemas en marcha una vez en el espacio; completar la primera maniobra orbital para ponerlo de camino a la Luna; mantener el vehículo en funcionamiento durante un mes en el espacio; completar las maniobras necesarias para interceptar la órbita de la Luna; completar la maniobra de inserción orbital alrededor de la Luna; completar todas las maniobras en órbita lunar; alunizar; e iniciar las operaciones después de alunizar.

A quienes no les queda este consuelo es a las organizaciones cuyas cargas útiles viajaban a bordo del aterrizador:

El rover Rashid de la Agencia Espacial de los Emiratos Árabes Unidos, desarrollado por el Centro Espacial Mohammed Bin Rashid (MBRSC). Con un tamaño de 53×53 centímetros y un peso de 11 kilos era, con diferencia, la que más ocupaba.
El pequeño rover Sora-Q, que mide 8 centímetros de ancho y pesa 250 gramos, desarrollado por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial )¡(JAXA) y la empresa de juguetes Tomy que tenía que desplegar unas ruedas para desplazarse sobre la superficie de la Luna y recoger datos para el futuro desarrollo de un rover tripulado presurizado.
Unas baterías de la empresa NGK Spark Plug para comprobar su funcionamiento en el entorno lunar.
Cámaras de la empresa Canadensys, un ordenador de vuelo con «inteligencia artificial» de Mission Control Space Services, y un demostrador del sistema de navegación automática de NGC Aerospace’s. Estas tres empresas son canadienses.

Además, viajaba como pasajero extra en el Falcon 9 el CubeSat Lunar Flashlight de la NASA, que se separó por su cuenta de la etapa superior del cohete. Su objetivo era entrar en órbita alrededor de la Luna para buscar hielo en el fondo de los cráteres de su polo sur. Pero problemas con la propulsión hacen que en estos momentos su destino aún sea incierto.

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