Esta pasada madrugada el módulo de ascenso de la misión china Chang’e 6 despegaba de la superficie de la Luna con las muestras que ha recogido el brazo robot del aterrizador. Unos seis minutos después la cápsula con las muestras entraba en órbita alrededor de la Luna. Y ahora está pendiente de acoplarse al orbitador que la está esperando para traerla de vuelta a Tierra.

La recogida de las muestras fue llevada a cabo por un brazo robot de 3,7 metros de longitud dotado de dos instrumentos: una especie de pala para tomar muestras superficiales y un taladro que podía penetrar hasta dos metros por debajo de la superficie.

El aterrizador sobre la superficie de la Luna fotografiado por el rover que llevaba acoplado a uno de sus laterales. Se aprecia perfectamente el brazo robot extendido hacia la parte izquierda de la imagen. Y si te fijas un poco, la bandera china que hay cerca de la unión del brazo con el cuerpo del aterrizador – CLEP

Las muestras son de la Cuenca Aitken, donde por todo lo que sabemos están los materiales más antiguos presentes sobre la superficie de nuestro satélite. Fueron tomadas en poco menos de dos horas y media el pasado día dos.

Esa cuenca está en la cara oculta de la Luna. Así que si todo termina bien será la primera vez que consigamos traer muestras de ahí. El aterrizaje de la cápsula de muestras está previsto para el 26 de junio.

Pero será la segunda vez que China traiga muestras de la Luna; ya lo hizo en diciembre de 2020 con la misión Chang’e 5, sólo que en esa ocasión las muestras eran del lado visible de la Luna.

Y es la cuarta vez que China coloca una misión en la Luna; aparte de las Chang’e 5 y 6 están la Chang’e 3, la primera misión china a la superficie de la Luna; y la Chang’e 4, la primera misión que jamás haya aterrizado nunca en el lado oculto de la Luna. Tanto el aterrizador como el rover de esta última misión siguen en funcionamiento.

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