La ingeniera aeroespacial de la NTSB Leani Benitez-Cardona, y su compañero Matthew Fox, jefe de materiales, estudiando el «tapón» del 737 de Alaska Airlines que salió volando – NTSB

Después de que un Boeing 737 MAX de Alaska Airlines perdiera un tapón del fuselaje en pleno vuelo la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) le dijo al fabricante que tenía 90 días para presentar un plan para corregir sus problemas generalizados de seguridad y control de calidad. Ese plazo terminó la semana pasada y Boeing presentó ese plan en el que promete portarse bien aunque la FAA dice que la seguirá vigilando.

El plan de Boeing, cuyo resumen se puede leer en línea, se resume en estos puntos, que son un poco como del Capitán Obvio y como para preguntarse por qué no hacía esto antes:

Invertir en la formación de los trabajadores.
Simplificar planes y procesos.
Eliminar defectos.
Potenciar la cultura de la seguridad y la calidad.

Algunas de las cosas en las que Mike Whitaker, el director de la FAA, dice que su agencia estará especialmente atenta para:

Exigir a Boeing un sistema obligatorio de gestión de la seguridad para identificar los peligros.
Asegurarse de que aumenta la formación y la comunicación de los empleados.
Potenciar un sistema de denuncias anónimas para que los trabajadores de Boeing puedan plantear sus preocupaciones.
Aumentar la supervisión de los proveedores.
Garantizar que el trabajo se realiza en la secuencia correcta durante la producción, para minimizar los errores a medida que el avión avanza por la cadena de producción.
Y recabar más opiniones de quienes utilizan los productos de Boeing, incluidos los pilotos.

Whitaker, de todos modos, también promete cambiar la forma en la que actúa la FAA, a la que Boeing toreó como le dio la gana durante el desarrollo del MAX. Fundamentalmente cambiarán su papel de auditor por uno de inspección a pie de planta de producción, de tal forma que no será Boeing la que se supervise a si misma. O al menos no hasta el extremo en el que lo hacía antes.

A ver.

Aunque Boeing tiene otro importante frente abierto, ya que los fiscales de los Estados Unidos creen que Boeing no cumplió con el acuerdo que le permitió librarse de un procedimiento criminal por los accidentes mortales del MAX. Y de confirmarse esto ese procedimiento podría ponerse en marcha.

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